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jueves, 19 de mayo de 2011

LA LUCHA POR EL PODER: TREPADOR VS TRIUNFADOR



Hace unos días recomendé a mis seguidores de twitter leer un trabajo escrito por Lulula Quintero y Doris Boersner denominado “Ensayo sobre algunos Aspectos del Argumento del Venezolano” (La Lucha por el Poder: Trepador Vs Triunfador) El compendio en cuestión forma parte del “Autoconocimiento a través del Análisis Transaccional” teoría desarrollada por las mencionadas autoras que busca explicar al ser humano la base y fundamento de su propia existencia. Decidí transcribir esas líneas porque sencillamente, me parece un desperdicio no compartirlas. Leerlas implica conocer un poco de dónde venimos, dónde estamos y aprender de las experiencias para encaminarnos a un futuro mejor. Espero sean de utilidad…


“La historia de Venezuela está llena de acontecimientos interesantes y peculiares, que han generado lo que nosotros pudiéramos llamar aspectos del argumento venezolano.

Es posible que algunos de estos acontecimientos sean comunes para los pueblos latinoamericanos, otros sin embargo, están típicamente enmarcados en el contexto cultural venezolano.

Desde el punto de vista del Análisis Transaccional, tal y como sucede en la vida de los seres humanos, cada acontecimiento importante lleva implícito un mensaje para el pueblo que lo vive. La historia de Venezuela ha producido hechos que por su aparición repetida en distintas épocas, han adquirido la potencia de mensajes y han generado rasgos de comportamiento característicos. En nuestra opinión, estos mensajes son los siguientes:


Que para sobrevivir hay que tener poder sobre otros

Que la posición existencial anhelada es el Más/Menos

Que la meta principal es el poder por el poder mismo y todos los demás valores quedan subordinados a esta meta.

Que el argumento más útil para el individuo es el Trepador y no el Triunfador.

La creencia básica de que para sobrevivir es necesario tener poder sobre los otros, tiene su origen en los años de la Conquista, sigue desarrollándose a través de la Colonia, posteriormente en la época de nuestra Independencia y está vigente hoy, en pleno siglo XXI.

El Conquistador, para sobrevivir tuvo que mantener poder de vida y muerte sobre la población indígena. Adquirió poder sobre las riquezas, las tierras y las vidas de los indios.

El utilizar a otros sin tomar en cuenta el daño que les estamos haciendo es una actitud existencial típica del Trepador.

Durante la Colonia, el argumento del Trepador se institucionalizó. Los negros fueron traídos de África para sustituir al indio en los forzados trabajos a que eran sometidos, y de esta manera mantener el poderío del Conquistador. Gil Fortoul en su Historia Constitucional de Venezuela, dice que: “para reemplazar a los indios que morían en las minas y labranzas, los Conquistadores iban a buscar refuerzos en la Española y otras islas del Caribe. En cuanto a los misioneros, estos les daban instrucciones a los indios y les decían que había un Dios en el cielo y un Papa en la tierra que habían dado esas tierras a España, y que ellos, los indios, eran sus vasallos” (Gil Fourtoul, 1964)

La Venezuela del siglo XXVIII, ya estaba estratificada en clases según el grado de poder. El poder político estaba en manos de los españoles. El poder económico y social en las manos de los Blancos Criollos, y éstos utilizaban a los Pardos para mantenerse en el poder, a la vez que anhelaban el poder político, que era lo único que les faltaba para tener el poder absoluto. Como consecuencia de esta situación, durante los primeros años de la Guerra de Independencia, los Pardos no prestaron a los Criollos el apoyo que éstos esperaban y prefirieron seguir súbditos al Rey (más vale uno conocido que bueno por conocer)

Durante el desarrollo de los acontecimientos de la guerra, la figura del Trepador se nos presenta reiteradas veces (Intento de Usurpación del poder militar. Arismendi, Mariño 1816, Piar 1817, Páez 1830) Al final, el Libertador Simón Bolívar fue una real víctima de los trepadores que lo rodeaban.

Vuelve a aparecerse la figura del Trepador en los años posteriores a la Independencia, en las sucesivas presidencias, con la usurpación del Poder. Raras veces éste pasa de un Presidente a otro de forma democrática y el golpe de Estado se instituye como la forma eficaz de conseguirlo. Basta con recordar nuestra historia reciente dos dictaduras sufridas por nuestro país. (Juan Vicente Gómez, 1908-1835); Marcos Pérez Jiménez 1948-1958)

A pesar de en que los últimos 37años hemos tenido una estabilidad democrática (muchas veces amenazada) en nuestro sistema político, los mensajes culturales del pasado aún están con nosotros.

El profesor David C. Mc Clelland, Profesor de Psicología de la Universidad de Harvard, ha realizado un estudio a fondo del perfil motivacional del venezolano: a) Motivación al logro; b) Motivación a la filiación; Motivación al poder. En este trabajo él llegará a la conclusión siguiente: “Los resultados obtenidos de la investigación, señalan un patrón claramente definido. Un contenido predominantemente de motivación al poder, en el material codificado, bajo nivel en materia de afiliación; y mínimo nivel en la motivación al logro. (Mc Clelland 1970) Este trabajo abarca los años 1930, 1950 y 1970.

La figura del Trepador se puede analizar desde los diferentes instrumentos del Análisis Transaccional.

El Trepador utiliza su tiempo mayormente en rituales, pasatiempos y juegos psicológicos. Ejemplo de pasatiempos: Discursos llenos de frases huecas que tienen poco contenido útil pero que llenan tiempo. Para que sirva de muestra, citaremos un fragmento del discurso de un funcionario de gobierno, donde es imposible dilucidar sentido alguno: “Quiero decirles, como Gobierno, que somos absolutamente optimistas en el sentido de que si logramos que el país comprenda, y entienda y que se concientice con respecto a las medidas requeridas para reactivar la economía..” (versión textual)

El Trepador toma riesgos mal calculados (Adulto mal informado) y luego culpa a los demás cuando falla (…)

¿Cómo se manifiesta el argumento de Trepador en las clases socioeconómicas excluídas del Poder Político?


En el prólogo del libro Cuatro Crímenes Cuatro Poderes, su autor, Fermín Mármol León, escribe lo siguiente: “El objetivo del Poder es demostrar su poderío; personalmente constataré que, el instrumento es la ley y el orden, y la esencia aparente es la justicia, pero no es menos cierto que existen intereses más importantes donde entran en juego un sinnúmero de influencias y poderes que hacen de esa justicia un elemento más de corrupción” (Mármol León 1978)

De esto se desprende que el ciudadano común, encontrándose desamparado de justicia, no ve otra alternativa para su supervivencia que buscar amparo en el Poder Político. El mensaje es: “Arrímate a un político” El hombre común Trepador utiliza su pequeño Profesor para intuir cuándo es útil ser sumiso y complaciente y cuándo es útil y conveniente ser rebelde y bravucón.

Las conductas pasivas del Trepador hombre común se manifiesta de varias maneras: No hacer nada: Los empleados pasan demasiado tiempo tomando café en horas de trabajo; Sobreadaptación: “Yo sólo cumplo órdenes, eso no se puede arreglar”; Agitación: Actitud de pantallería, hace como si estuviera trabajando, diciendo todo lo que tiene que hacer pero no está haciendo nada; Incapacitación: Reposeros profesionales, damnificados profesionales(…)”

Estas líneas podemos adaptarlas a nuestra realidad. Tras doce años de conductas “Trepadoras” de los altos revolucionarios, quienes en nombre de una trasnochada y desgastada ideología han engañado a miles de venezolanos para hacerse del poder y llevarnos al atraso de quinto mundo, siendo paradójicamente una nación que goza de una riqueza petrolera envidiable.

Puede ser que la historia se equivoque, pero gracias a Dios siempre rectifica…Nos merecemos un país de “Triunfadores” no de “Trepadores”.









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